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Viaje al Corazón del Sueño: Rituales para Dormir en Todo el Mundo

Viaje al Corazón del Sueño: Rituales para Dormir en Todo el Mundo

Los rituales para dormir de hoy ya no son los mismos que en la era paleolítica ni siquiera hace mil años. Aunque ahora somos más conscientes de lo esencial que es el sueño para nuestra salud, los hábitos siguen variando ampliamente de un país a otro. En este artículo, exploraremos diferentes rituales de sueño en el mundo y compartiremos algunos consejos para ayudarte a mejorar la calidad de su descanso.

Nuestros hábitos de sueño

Dormir es una necesidad vital para que nuestro cuerpo funcione correctamente y se mantenga saludable. En promedio medio, deberíamos pasar alrededor de un tercio de nuestras vidas durmiendo, ya que la falta de sueño puede tener efectos nocivos en el organismo.

En Francia, la calidad del sueño es una preocupación creciente y está siendo objeto de estudios. Los franceses duermen menos de 7 horas al día —por debajo de las 8 horas recomendadas por las organizaciones de salud—. Una gran parte de la población (el 45% según el CNRS) reporta trastornos del sueño como insomnio, despertares nocturnos y sueño no reparador. Estos problemas suelen estar relacionados con la presencia constante de pantallas y el estrés de la vida cotidiana.

La clave está en encontrar la rutina de sueño que mejor se adapte a sus necesidades personales y fisiológicas.

Le invitamos a descubrir los distintos rituales para dormir en las diferentes partes del mundo —quizás alguno de ellos le inspire y le ayude a redescubrir un sueño verdaderamente reparador.

Rituales para dormir en el mundo

a) Prácticas del sueño en Asia

En Asia, las prácticas de sueño varían entre culturas y países, pero comparten un enfoque común: más flexible y colectivo en comparación con las normas occidentales.

Japón es uno de los países donde menos se duerme por la noche, con un promedio de solo 6 horas durante los días laborables. Sin embargo, los japoneses practican lo que se conoce como inemuri, que consiste en quedarse dormido de forma involuntaria en lugares públicos, en el trabajo o en el transporte público. Inemuri, que significa "dormir estando presente", es socialmente aceptado y permite a las personas tomar siestas sin estigma.

Otro hábito de sueño en Japón es que las parejas suelen dormir en camas separadas. Esta tradición proviene del uso de futones individuales colocados en el suelo y guardados cada mañana. Incluso con la adopción de camas al estilo occidental, esta práctica continúa, especialmente para promover una mejor calidad de sueño. Dormir por separado permite que cada persona siga su propio ritmo, se levante o acueste sin molestar al otro, y disfrute de un descanso más reparador. Esto también se aplica a familias con niños pequeños, donde uno de los padres puede dormir con el niño para facilitar la rutina nocturna. Contrario a lo que muchos piensan, esta disposición no se ve como una señal de distanciamiento emocional, sino como una manera de preservar la armonía en la pareja. Las camas individuales son, por tanto, una solución ideal para equilibrar la comodidad personal con la vida en pareja.

En China, el sueño se interpreta desde la medicina tradicional, que vincula el equilibrio de energías (yin y yang) con la calidad del descanso. Rituales como el consumo de hierbas, como la raíz de valeriana, se consideran útiles para mejorar el sueño. Estas prácticas ayudan a conciliar el sueño más fácilmente en su cama y a lograr un descanso reparador.

En India, el sueño está estrechamente ligado a la espiritualidad y al equilibrio interior, influenciado por prácticas como el yoga y el Ayurveda. Estas tradiciones promueven rutinas nocturnas que siguen los ritmos naturales. El yoga y la meditación incluyen ejercicios de respiración y relajación que mejoran la calidad del sueño, y algunas posturas o rituales vespertinos están específicamente recomendados para descansar mejor. El Ayurveda, el sistema tradicional de medicina india, considera al sueño (nidra) como uno de los tres pilares de la salud, junto con la alimentación y la gestión de la energía. Promueve un estilo de vida y un horario de sueño en armonía con la naturaleza: levantarse temprano, acostarse temprano y seguir el ciclo del sol.

b) Prácticas del sueño en África

En África, el sueño está a menudo estrechamente relacionado con la comunidad y la familia. En muchas culturas, es común que varios miembros de la familia duerman juntos, reforzando los lazos sociales. Además, existen creencias espirituales que rodean el sueño —se considera un momento en el que el espíritu puede viajar al mundo de los antepasados u otros planos.

Lo mismo ocurre en el Magreb, donde la hora de acostarse suele ser un momento de reunión, con familiares que se juntan para contar historias o relatos tradicionales. En algunas regiones, es habitual encender velas o utilizar hierbas aromáticas para crear un ambiente relajante antes de irse a la cama para una noche de descanso.

c) Prácticas del sueño en América Latina

En América Latina, el sueño está más relacionado con los ritmos diarios, el clima y la vida social, y menos con dimensiones espirituales. En muchos países, el calor y la humedad influyen en los patrones de sueño, especialmente en zonas rurales, donde las siestas son comunes durante las horas más calurosas del día. La vida social tiende a desarrollarse más tarde que en el norte de Europa, con cenas que suelen servirse tarde. Como resultado, el sueño puede ser más fragmentado y comenzar más tarde por la noche.

En las grandes ciudades, las rutinas de sueño están principalmente determinadas por limitaciones modernas —horarios laborales, desplazamientos, jornadas extensas y una vida nocturna activa influyen en cómo y cuándo se duerme.

d) Prácticas del sueño en Europa

En Europa, el sueño siempre se ha considerado un momento necesario de descanso tanto para el cuerpo como para la mente, pero también ha evolucionado con el tiempo según los contextos históricos y sociales.

En los países escandinavos, es común que cada persona tenga su propio edredón, incluso cuando comparten una cama matrimonial. De este modo, quienes se mueven mucho al dormir no molestan a su pareja al tirar de las mantas. Otro beneficio de esta tradición nórdica es que cada persona disfruta de su propio nivel de calor.

En Alemania, siguiendo la misma lógica, las parejas suelen dormir en camas individuales colocadas una al lado de la otra, en lugar de compartir un solo colchón. Cada durmiente también tiene su propio edredón y gestiona su comodidad de forma independiente, lo que ayuda a evitar conflictos nocturnos.

En España e Italia, los ritmos de sueño tienden a ser más tardíos que en el norte de Europa. Esto se debe en parte a la tradición cultural de tomar una siesta después del almuerzo, especialmente en las regiones del sur donde las temperaturas son más elevadas. Como resultado, el sueño nocturno es más corto, y las personas suelen acostarse entre las 23:00 y la 1:00. Las jornadas laborales también comienzan más tarde que en otros países europeos —a veces alrededor de las 10:00—, lo que retrasa todo el horario diario, incluidas las pausas para comer.

Consejos para un sueño de calidad

Aunque los rituales y hábitos de sueño varían entre países, hay algunos consejos universales que pueden ayudar a conciliar el sueño más fácilmente y a mejorar su calidad.

Primero, limite el tiempo frente a pantallas antes de dormir y opte por una actividad relajante como la lectura, idealmente acompañada de una infusión —por ejemplo, manzanilla.

Además, invertir en ropa de cama de calidad es esencial para un descanso reparador. Elegir un colchón de alta gama marca una gran diferencia. La cama Mercure, con calidad de hotel e incorporando un cubrecolchón, ofrece noches profundamente reparadoras y mañanas llenas de energía. También se recomienda usar ropa de cama de calidad hotelera, hecha con 100% algodón de percal, que proporciona comodidad, suavidad y una sensación fresca durante toda la noche. Para un soporte óptimo, lo mejor es elegir almohadas que se adapten a la forma del cuello —ya sea rellenas de fibra o de plumas. Para una comodidad específica, las almohadas de espuma viscoelástica se adaptan a los puntos de presión y garantizan una correcta alineación cervical. Favoreciendo el sueño profundo, son una excelente opción para quienes buscan soporte preciso y están especialmente recomendadas para reducir la tensión en el cuello.

Para completar su espacio de descanso, un edredón acogedor —ya sea de fibra o de plumas— le envolverá suavemente en calidez mientras permite la transpirabilidad, algo esencial para noches tranquilas.

Ya siga las tradiciones de su cultura o desarrolle sus propios hábitos de sueño, la clave está en encontrar un ritual que promueva un descanso reparador. Al combinar prácticas que se adapten a su estilo de vida con ropa de cama de alta calidad, puede optimizar sus noches para lograr bienestar en su día a día. Después de todo, un sueño de calidad es la base de un día exitoso.